Los nervios antes de competir son normales. Incluso los atletas olímpicos sienten esa mezcla de ansiedad, emoción y tensión justo antes de salir al campo o la pista. El problema no está en sentir nervios… sino en no saber gestionarlos.
Controlar los nervios es una habilidad entrenable, y la psicología deportiva nos ofrece herramientas concretas para lograrlo. Entre ellas están:
- Técnicas de respiración diafragmática, que ayudan a calmar el sistema nervioso
- Rutinas de activación mental, como repasar movimientos clave o escuchar música motivadora
- Visualización de éxito, imaginando el rendimiento ideal antes de la prueba
- Autodiálogo positivo, evitando frases como “voy a fallar” y reemplazándolas por “estoy preparado”
También es clave identificar qué activa tus nervios: ¿la presión externa?, ¿el miedo al error?, ¿la comparación con otros? Conocer esos disparadores es el primer paso para neutralizarlos.
No se trata de “eliminar” los nervios, sino de aprender a competir con ellos de forma sana, sin que bloqueen tu rendimiento. La mente no se calla, pero puedes enseñarle a hablarte mejor.